sábado, 20 de febrero de 2010

3 escenas, un diálogo
(A propósito de la semana santa)



Escena 1 (El drama del milagro)



Debo ser sincero, la realidad es que obedezco al gran temor que siente hasta mi última entraña encabezando todo mi cuerpo y el mismo espíritu pegado a mis huesos que ya muchas veces a esta fecha ha sido confundido con el alma, algo que irónicamente yo inventé, hecho que se ha salido sin control de mis manos, no puedo creer que la vanidad, esa arma que uso para derribar argumentos se haya volteado en mi contra, aun que a decir verdad esas enseñanzas que plasmé nunca me interesaron, ahora anhelo ser un hombre normal, el peor mendigo estaría bien, debo añadir también que nunca debí hacer caso a la corrupta de mi madre y seguir el juego de esta farsa, nunca debí autoproclamarme hijo directo de dios, yo, un terrenal cualquiera que no hace milagros, que no tiene absolutamente nada para brindar esa ultima cena, que robará para lograrla, puesto que si no hace posible el mentado y malintencionado milagro perderá toda credibilidad y será asesinado por sus propios amigos.
Heme aquí sentado llorando sin saber que hacer, mientras todos siguen pensando y esperando más que tranquilos y confiados el milagro.

Escena 2 (La tortura, justificada)


-Déjenme! Por favor déjenme!, he repetido mil veces que no soy hijo directo de dios, que todo fue un invento mío, por favor, ya no puedo más he dicho más que la verdad-
-AH! Eso si que no! Te quedarás callado, como tu azotador debes obedecerme, por que la intensión es dar este gran espectáculo, no debes preocuparte por gritar hasta el cansancio verdades que todos ya sabemos, lo único que importa ahora es este gran montaje digno de ser recordado por el resto de la historia, así que tu no te preocupes he dicho, de todas formas morirás-…
Siempre tuve miedo, todos creían que yo era rebelde y radical, pero no hice más que lo que ordenó mi madre siempre, si yo fuera valiente terminaría esta tortura, en dado caso es mejor la muerte, pero a mi la muerte me aterra y tengo la esperanza de seguir vivo, por eso sigo con esta maldita cruz, tal ves sea perdonado, tal ves no muera.
(Días después)
-Mírenlo, obsérvelo bien, el es Jesús, el hijo de dios y murió por nosotros, murió por amor-.



Escena 3 (El castigo, en algún lugar del “cielo”)


-de verdad no puedo dejar de reírme, comienza a dolerme mi estomago a que risa-

-hola Jesús-
-Perdón señor ¿es usted Dios?
-en efecto, dios si, tu padre no lamento desanimarte-
-gracias por perdonarme, gracias!-
-¿perdonarte? No, tampoco, tendrás tu castigo que para ingenio humano debo decir es fascinante.
Pues bien Jesús te quedarás en esa cruz por los siglos de los siglos, ellos, tus seguidores humanos se encargarán con el tiempo de reflexionar e irás desapareciendo paulatinamente de sus vidas,
Brillante!, es más haré un trato contigo, “ el día en que el ser humano te olvide y no quede uno solo reconociéndote como hijo mío, ese día te bajaré yo de esa cruz y te adoptaré legítimamente como mi hijo”-
-esta bien señor mío lo merezco, no respingaré, solo le pido que modifique a ese defectuoso ser humano que logró-
-Calma, calma! Yo pienso en todo en eso estoy trabajando y no lo vas a creer, pero ya encontré el defecto que le di a la Tierra-
-¿puedo saberlo?
-por supuesto, el gran defecto es la cadena alimenticia.
Siempre hay uno comiéndose a otro, desde ese mínimo detalle comenzaron los problemas,
Ahora mi problema es que no se como deshacerme de ella…



FARAH

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